Encontrar el balance entre estética y seguridad es una tarea bastante difícil. Y si hablamos de las puertas de seguridad de nuestra casa, el valor añadido de la “hazaña” nos pone esa labor un poco más cuesta arriba.

Si bien es cierto que todo se trata de gustos y colores, pensar en las puertas de seguridad es un tema prioritario, ya que no hay nada mejor que mantenernos nosotros y a los nuestros a salvo de cualquier peligro.

Ahora bien ¿es un mito pensar que todas las puertas de seguridad lucen como una caja fuerte y arruinarían toda la decoración de tu hogar? Quizá sea un poco exagerado, pero queremos repasar contigo los materiales más comunes con las que las fabrican.

El roble y la caoba son los tipos de madera más comunes para la creación de puertas en general. Sin embargo, cuando estas son puertas de seguridad, tienen características que las hacen peculiares y verdaderamente resistentes.

Cuando se trata de una pieza de madera sólida, no solo estamos comprando seguridad sino también durabilidad. Este material es formidable cuando la puerta en cuestión queda a la intemperie y está expuesta al sol, la humedad y la tan temida corrosión.

Como es una puerta para exteriores, también puede resistir otros embates como los golpes, los arañazos de mascotas o niños. Igualmente son fáciles de limpiar y quedan perfectamente bien con casi cualquier fachada, todo depende del modelo.

Una buena madera (robusta, fuerte y resistente) es sinónimo de excelentes puertas de seguridad , pero para que los resultados sean los esperados, hay que hacerles un buen mantenimiento anual que no debería ser postergable.

Entre los cuidados básicos de nuestra “caja de seguridad” para el hogar, destaca la aplicación de productos como barnices o sustancias especiales que se colocan para evitar que se dañen por la proliferación de plagas u otros agentes.

El aluminio es uno de los materiales más versátiles que se consiguen. De él puedes obtener envoltorios de alimentos, cableado y piezas como ventanas y puertas de seguridad. Aunque a simple vista se vea frágil, el aluminio se puede convertir en una caja fuerte para tu residencia.

Entre sus características más resaltantes está su peso tan ligero, lo cual lo hace bastante maleable y a su vez idóneo para ser insertado en diseños únicos que les darán a tus puertas de seguridad un aspecto moderno o clásico, según lo decidas.

Otra ventaja del aluminio en las puertas de seguridad es que este se transforma en un perfecto aislante térmico, lo cual funciona en regiones en las que el frío puede ser un gran problema o el calor amenaza con entrar y derretir todo a su paso.

Un material clásico de las puertas de seguridad es el hierro forjado. Con aspecto fuerte y de aplomo, es uno de los materiales por excelencia que te pueden brindar ese aspecto de caja fuerte que buscas.

Aunque ciertamente es maravilloso, el hierro forjado puede tener algunos puntos de desventaja. Uno de los principales, sin duda, es su costo. Los diseños de puertas de seguridad con este material pueden ser bastante caros.

Aunque en sí las puertas de seguridad no se diseñan netamente de este plástico sintético, sí tiene mucho que ver en la elaboración de muchos modelos de “caja de seguridad” para lugares residenciales.

Se utiliza a forma de combinación gracias a su resistencia a las altas temperaturas, al frío extremo y a la humedad, condiciones climatológicas a las que están expuestas nuestras puertas de seguridad mayormente.

Su bajo costo lo hace atractivo, pero hay que tomar en cuenta que para la fabricación de esta base de polietileno es necesaria la emanación de gases de efecto invernadero que de pronto no son muy convenientes para nuestra Tierra.

Las puertas de seguridad por excelencia deben contar con el acero dentro de sus componentes. Este las hará unas verdaderas cajas fuertes y será difícil que puedan ser violentadas por los llamados “amigos de lo ajeno”.

Son prácticamente indestructibles, pero hay que darles su cuidado antihumedad porque son bastante sensibles al agua. No queremos una puerta oxidada y que sea frágil ante la presencia de personas no deseadas a nuestra casa.